Al filo de la cornisa |Casi, casi a punto de caer.

Los conocimientos adquiridos en este año son -creo- lo que más me llena de satisfacción y no sólo en cuanto a lo académico, sino en lo personal.

Aprendí a aceptar cosas que antes rechazaba -algunas con y otras sin motivo-, salí de la jaula a la que pertenecía mi mente años pasados, comprendí más que nunca que un gesto vale más que mil palabras. Me animé a soltarme un poco, a desestructurarme, a tomarme las cosas de una forma que antes desconocía. Conocí muchas opiniones diferentes a las mías y supe respetarlas y entender que no todos piensan -ni tiene por qué hacerlo- como yo. Compartí ideas, propuestas, pensamientos, tardes, soles, lluvias, risas, cariño, lágrimas, buena onda, música, palabras, suspiros. Y mil cosas más también.

Experiencias vividas me hicieron ver de otra forma cómo son ciertas cosas que yo antes creía saber. Gente antes desconocida, que ahora quiero, también lo creo algo positivo y me llena de alegría haber conocido a personas que tienen un corazón de oro.

Hubo personas que me dieron una mano, que me escucharon cuando no estaba bien mientras que tenían cosas más importantes que hacer, que me dieron un consejo; que estuvieron presentes. A ellas, mi eterno agradecimiento.

Con respecto a ciertos acontecimientos, desearía que no hubiesen pasado; pero no pude hacer nada al respecto. Si las cosas pasan, por algo es.

En fin. Un año de subidas y bajadas, idas y vueltas, algunas confusiones, pocas pero muy claras certezas, algunas lágrimas y mil dosis de risa.

Un año que se pasó rápidamente para mi gusto. Quisiera que algunos momentos hubiesen durado más.

Que estos últimos días estén llenos de Sol y paz, y que el 2010 sea aún mejor.

Best wishes!